lunes, 20 de febrero de 2023

¡OTRA NOCHE CON PESADILLAS!

Ésta es la típica edad de las pesadillas. Mantener la calma y saber cómo actuar es básico para convertir estos episodios en algo anecdótico.
Las pesadillas ocurren durante el sueño ligero. Y su frecuencia es muy relativa. Hay niños que las tienen muy seguidas, otros menos, y otros no llegan a tenerlas. En la mayoría de los casos los padres no se deben preocupar por eso. Lo importante es saber qué es lo que debe hacer en el caso de que su hijo la tenga. Aquí tenemos algunas sugerencias:
Causas muy habituales
Las pesadillas son sueños desagradables que airean las angustias del niño. Cuando ocurren, el pequeño grita e intenta huir (puede incluso caerse de la cama), activando involuntariamente sus músculos. Esta agitación física supone la ruptura del sueño paradójico (durante el cual el cuerpo permanece relajado aunque la mente esté activada), por eso el niño recuerda mejor las pesadillas que las ensoñaciones placenteras. Ello explica su negativa a volver a cerrar los ojos.
Del mismo modo que un sueño da pistas sobre lo que desea una persona, las pesadillas revelan la existencia de un problema. Pueden tener que ver con...
  • Problemas físicos. Puede que el niño esté demasiado cansado (hay que evitar que llegue exhausto a la cama), que haya cenado mucho, que tenga fiebre.... Por eso su sueño es más agitado y ligero.
  • Miedos instintivos. Al abandono, a la noche, a los monstruos... Estos temores se acrecientan cuando el niño se queda solo y a oscuras en su cuarto.
  • Conflictos psicológicos. Aunque aparentemente no se enteran de nada, los niños acusan las situaciones de angustia y estrés (discusiones de los padres, muerte de un familiar...). Otra causa de las pesadillas es el exceso de estimulación.
Soluciones que funcionan
Para prevenir las pesadillas, conviene:
  • Rodear al niño de un entorno tranquilo y relajado, especialmente cuando llega la hora de acostarle.
  • Evitar los juegos muy movidos y los dibujos de la tele antes de ir a la cama e intentar que no tenga demasiados objetos en las estanterías de su cuarto y encima de su cama.
  • Establecer un ritual para dormir y seguirlo todos los días (el baño, la cena, el cuento...). Esto hará que el pequeño se sienta más seguro y tenga un sueño más tranquilo y reparador.
  • Los colores de su cuarto deben ser suaves y la temperatura de su habitación, moderada (unos 22 ºC). Y su cena tiene que ser ligera (debe cenar al menos hora y media antes de acostarse).
El niño que tiene pesadillas se despierta angustiado y llorando. No es bueno dejarle llorar, porque así se siente abandonado y su malestar aumenta. El pequeño no nos reclama para manipularnos, sino porque realmente nos necesita.
Para que se relaje debemos ir enseguida a su cuarto, abrazarlo, ofrecerle agua (beber tranquiliza), sentarnos al borde de su cama y explicarle que esa sombra que ha visto en la pared sólo es eso, una sombra, y no un monstruo (aún no distingue entre fantasía y realidad). También podemos cogerle la mano o acariciarle la tripita, pero sin sacarlo de la cama (si lo hacemos, al recordar la pesadilla no querrá volver a acostarse).
En poco rato se habrá calmado y podrá volver a dormir. Si insiste, durante la noche podemos dejar la luz del pasillo encendida y la puerta de su cuarto entreabierta o poner una foto nuestra cerca de él, para que se sienta más acompañado.
Por último, ten en cuenta que las pesadillas esporádicas son normales. Pero cuando el niño las tiene durante varios días seguidos, conviene observarle y, si es posible, hablar con él para intentar averiguar qué le asusta y solucionarlo cuanto antes (leerle cuentos sobre niños que vencen sus temores le ayudará a superar sus pesadillas). Y es que dormir bien es fundamental para su desarrollo.
Lo que NO se debe hacer
- No los despierte. Si los niños lloran pero todavía están dormidos no es necesario despertarlos. Quedarse con sus hijos hasta que despierten o se vuelvan a dormir en paz
- No los lleva a su cama. Y tampoco se suba a la cama de ellos. Esto puede dar a los niños la impresión de que deben temer a sus propias camas y darles malos hábitos.
- No les diga que las pesadillas no son reales. Tampoco decirles que fue “solo un sueño”. Lo que si pueden hacer los padres es explicarles lo que es un sueño y que todos lo tenemos.
Cuentos infantiles para educar contra el miedo a niños miedosos
Pablo no quiere estar solo: Una colección de cuentos que reflejan las reacciones de los más pequeños ante situaciones de la vida cotidiana como la timidez, el miedo, los celos...
Miedo a todo: El protagonista, el Doctor Quitamiedos, acompaña a los niños en algunas de las aventuras más importantes de sus vidas. Hay muchos niños: Irene, Uli, Claudia, Telmo, Pablo, Dora... Y muchos miedos: a no ser el primero, a todo, al agua, a lo distinto, a los fantasmas, a las tormentas... A la consulta de Quitamiedos llegan niños y niñas acompañados de sus padres, de sus abuelos o de sus hermanos mayores. Y Quitamiedos cuenta con la ayuda de sus primos el veterinario, la profesora, el bombero y el mago Quitamiedos. La consulta está abierta a todo tipo de aventuras. Y las recetas con las que termina cada historia de Quitamiedos abren la puerta a un mundo sin miedos
Marcos ya no tiene miedo: Una colección de cuentos que reflejan las reacciones de los más pequeños ante situaciones de la vida cotidiana como la timidez, el miedo, los celos...
Feo + guapo: Una historia sobre el miedo y la amistad, sobre los sueños y su relación con la realidad. El monstruo Feo vive bajo la cama de Guapo. Guapo vive de día y duerme por la noche, cuando Feo se escapa en busca de aventuras. Así nunca se encuentran. Feo y Guapo son distintos como el blanco y el negro, la luz y la oscuridad, los sueños y la realidad.
Una pesadilla en mi armario: A veces las pesadillas viven dentro del armario…. Como afrontar los propios miedos que viven instalados dentro de uno mismo es el motivo que Mercer Meyer toma para relatarnos “Una pesadilla dentro del armario”, publicado por la editorial Kaladraka. La historia que puede ser utilizada para trabajar los miedos infantiles, cuenta la aventura nocturna de un pequeño que durante la noche decide poner fin a sus pesadillas, que están cómodamente instaladas en su armario. El leitmotiv de la historia sobre los miedos que hay que afrontar y que relata utilizando como pretexto historias infantiles, lo utilizara Meyer en otra de sus obras “Hay un cocodrilo bajo mi cama”…..leamos y tomemos nota……Una historia para niños y no tan niños. Ah y ahora la pesadilla no está dentro del armario…. ¿Dónde estará?  ¿Os atrevéis a descubrirlo en este vídeo? (Cliquea  a continuación)
"Para pasar un poco de miedo"

Para los PAPÁS Y MAMÁS

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